Presentacion

"..No existen los lugares de paso, sino el viajero que pasa, guardando para siempre la esencia de los paisajes y las gentes que le acogieron un instante en su camino.."

jueves, 31 de julio de 2014

SHANGRI LA

Paraíso en la Tierra según la tradición y la obra de James Hilton 'Paraísos lejanos'. Un lugar para visitar al menos una vez en la vida.

Llegué a Shangri la bajo la tormenta y me costo muchísimo encontrar la parte antigua de Dukezong. El caos de cualquier ciudad asiática adquiere categoría de laberinto imposible cuando la lluvia y los truenos lo invaden todo. Mi primera impresión fue decepcionante, no voy a negarlo, pero con las horas y la curiosidad necesaria para conocer las entrañas de cualquier ciudad, pude descubrir la hermosura que alberga entre sus escombros y sus espléndidas fachadas de madera. 


En enero de 2014 un incendio devastó gran parte del patrimonio de la ciudad. Una ciudad esculpida en madera que alcanza la categoría de obra de arte. Hoy todos se esfuerzan por restablecer el esplendor de la parte vieja cercana a la gran plaza del templo principal. Aún así la enorme cicatriz que separa en dos Dukezong tardará en sanar y desaparecer.


Me fascino y me recreo con la belleza del templo principal y la gran rueda de oración dorada que vigila desde lo alto de la colina todo Shangri la. Me mezclo con la gente, me sonríen, me fotografían, me brindan su hospitalidad. Recorro las calles y los escombros, capto imágenes para el recuerdo, respiro el ambiente de Dukezong, mientras pienso que pronto la poca identidad del pueblo original, ese que era inaccesible hasta el siglo pasado, desaparecerá devorado por los hoteles, souvenires, tiendas chinas y una forma de vida moderna y occidental. 


Dada la repercusión de la obra de James Hilton y la búsqueda, por parte de idealistas, pensadores, soñadores y religiosos de todo el mundo, del paraíso en la tierra, que al parecer se ubicaba en un lugar como este, las autoridades creyeron oportuno cambiar el nombre de Zongdiang (nombre original de la ciudad) por la archiconocida Shangri la y así de paso hacer negocio. La ciudad creció de forma espectacular, llegando gente de todo el mundo. Hoy día la ciudad se divide en la parte nueva, caótica y polvorienta y la antigua que todavía conserva rincones evocadores. Poco queda de ese mágico lugar perdido en  remotas montañas donde según cuentan las leyendas, vivían monjes que levitaban y alcanzaban el paraíso. Mas bien parece un gran parque temático de no ser por la parte antigua. 


Todo el crecimiento y progreso de Shangri la se ve poco o nada reflejado en sus gentes, ya que mas del 60 por ciento de su población vive por debajo del umbral de la pobreza. Miseria y coches de alta gama. Donde van a parar los ingresos por la gran afluencia turística? Misterios sin resolver como en tantos y tantos lugares del mundo donde los beneficios multimillonarios van a parar a unos pocos mientras la inmensa mayoría las pasa canutas.


Decido visitar el gran monasterio  de Sumtseling o pequeño Potala. Me piden para acceder nada mas y nada menos que 125 yuanes. Me niego, total en Litang y Chaktreng hay otros similares mas tranquilos, sin tantos autobuses de chinos y además gratuitos. Quien o quiénes se repartirán esos 125 yuanes multiplicados por millones de visitantes anuales? Las mujeres barrenderas o los mendigos de las calles o los trabajadores de las obras sin seguridad y sin derechos? Las madres con sus niños a la espalda pidiendo en bares y restaurantes, o quizá los vendedores ambulantes ganando en un mes lo que vale la visita al gran monasterio? Mas bien no. 


Shangri la, paraíso en la tierra si, pero para unos cuantos.

Como siempre gracias a todos por vuestro apoyo e interés. Ya queda menos para el regreso. Está siendo un viaje increíble tanto exterior como interiormente. 

Un abrazo desde las montañas de Litang. Un beso Ibana, que fácil es viajar a tu lado.

Hasta pronto!!






















LIJIANG

 Hola a todos y todas, afronto ya la recta final del viaje. Estoy viviendo experiencias únicas e irrepetibles de esas que marcan a fuego la forma de vivir y de pensar de una persona. No quería dejar pasar la oportunidad de dar una entrada a las maravillas de Lijiang y Shangri la. Así es que ahí va:

 Son las 7 de la mañana en la ciudad antigua de Lijiang. Las calles empedradas se muestran resbaladizas por la lluvia de la noche anterior. Los puestos tallados en madera, engalanados con mil adornos y con acabados artísticos, permanecen cerrados a esas horas. Me introduzco como un fantasma por las laberínticas calles y pasadizos de la hermosisima ciudad antigua. Aprovecho para capturar el tiempo sobre los tejados, las cornisas, los puentes y los canales que rodean todo el recinto. Un aire mágico lo envuelve todo al amanecer. Todavía el tráfico ensordecedor de su vecina, la nueva Lijiang, no ha comenzado su loco concierto. 


Tan sólo se ven varios limpiadores uniformados que se afanan por dejarlo todo limpio y preparado para la horda de turistas chinos que llenarán en breve las calles una vez que acaben su breakfast en los hoteles colindantes. Como una estampida de ñues en la migración del masai mara, atravesaran los pasadizos y callejuelas arrasándolo todo a su paso. Me quedan quizás un par de horas para deleitarme con los finos trabajos artesanos sobre las fachadas, balconadas, puentes y tejados sacados de un cuento tradicional chino. También hay portaladas, palacios y rincones donde el tiempo te brinda la oportunidad de pararte y emocionarte con tanta belleza tallada por la mano del hombre. Lugares como este nos hacen creer en la sensibilidad y en la generosidad del ser humano al compartir semejante tesoro con todas las generaciones que dejaran sus huellas entre los adoquines de Lijiang.

 
Oigo los pasos de los trabajadores que se dirigen a sus respectivos puestos; oigo mi respiración en la ciudad vieja de Lijiang. Eso es algo inolvidable. 


Pasan las horas y comienza el show chino de empujones, malos modos, bullicio, gritos, escupitinajos, olores, sabores de los puestos de comida, reclamos publicitarios de hoteles, restaurantes, agencias de viajes y sucursales de telefonía. Los aldeanos, la policía, los turistas chinos, los fotógrafos, observadores, mascotas y demás se dan cita como cuando suena el timbre del colegio para salir al patio del recreo. Un servidor con la tarea hecha se divierte unos instantes entre la amalgama de estímulos hasta que ya es suficiente y abandona el enjambre hacia zonas más tranquilas donde intentar pasar desapercibido y no ser el centro de atención de todos y cada uno de los turistas chinos y sus bazocas Nikon. 


Conclusión: Lijiang un paraíso al amanecer, de 7 a 9 y un infierno el resto den día. La verdad es que desprende una belleza sin igual. Me vienen a la mente lugares como Baktapur en Nepal o Asshila en Marruecos, sin olvidar Estambul, con una belleza que reside en el silencio de sus calles. 


Por eso cuando la paz para la que yo creo fue diseñada, forma parte de sus increíbles calles y fachadas, Lijiang adquiere la categoría de ciudad mágica e irrepetible. El silencio es fundamental para que su arquitectura brille, escuchar tus pasos sobre los adoquines, o el sonido del agua en los canales que serpentean todos los pasadizos impulsados por la enorme noria, eso es Lijiang, silencio y belleza. Lo demás es un gran centro comercial de cualquier ciudad, en cualquier país del mundo.





















jueves, 24 de julio de 2014

24 DE JULIO



Tras muchos días pedaleando en solitario y en unas condiciones climáticas muy adversas logré alcanzar el ansiado lago Lugu, el hogar de la etnia Mosuo. Al llegar una sensación de euforia y emoción incontrolable me invadió como cuando llegué a Estambul, o cabo norte o Dharamsala o tantos otros destinos. Momentos congelados que uno guarda para siempre.

Como digo han sido días muy duros a nivel físico y a nivel emocional, pero mas que nunca me he encontrado en el camino, en mi camino. He conocido a gente extraordinaria en aldeas remotas colgadas en montañas casi inaccesibles, he compartido miradas, orillas, mundos extremos, sonrisas y alguna lágrima. La incomunicación ha sido y sigue siendo tarea casi imposible. Todos me señalan , me miran, se quieren fotografiar conmigo, a veces resulta muy agobiante.


Estuve un par de días con las Mosuo, aunque la lluvia no dejaba mucho espacio para poder visitar tranquilamente los rincones del lago. Las Mosuo siguen practicando el matriarcado, de hecho es de los pocos lugares del mundo donde todavía se practica como tal. Son mujeres duras con la responsabilidad de tomar las decisiones importantes de la comunidad. Durante siglos fueron consideradas como una especie de salvajes promiscuas sin ética familiar, ya que ellas deciden cuando tener relaciones sexuales sin compromiso con el hombre que precisen, el cual deberá abandonar el lecho al amanecer. Creen asimismo que el matrimonio como tal esclaviza y roba la libertad y el deseo. Con el tiempo han sido reconocidas como etnia y de hecho constituyen un reclamo para viajeros de toda china.


Tras el lago Lugu dirijo mus pasos a Lijiang una ciudad declarada patrimonio de la humanidad y sin duda una de las mas bellas que he tenido la oportunidad de visitar en toda mi vida. 

Ahora escribo desde Shangri la, donde según cuenta la leyenda se encuentra el paraíso en la tierra. En enero del 2014 se incendio buena parte de la ciudad Dukezong, un verdadero tesoro arquitectónico en madera. Hoy se afanan en reconstruir como pueden la ciudad antigua.  Estoy escuchando U2 en la guesthouse Dragoncand. Reposando las heridas de guerra, las piernas, la espalda, las rodillas y relajando la mente antes de afrontar el último tramo del viaje que me llevará a Litang para intentar asistir al festival Yagi. La idea es intentar vender la bici lo antes posible aunque de momento no podrá ser. Ya veremos si la tengo que cargar hasta Chengdu, que será lo mas probable.

Bueno me gustaría escribir más, ya que tengo muchas historias, anécdotas, situaciones curiosas y cómicas y otras dramáticas, pero escribo desde el móvil y es un auténtico coñazo. Mi amigo Víctor le dará entrada en el blog junto con algunas fotos que le envío al whatsapp. Son fotos hechas desde el móvil a la tablet, así que la calidad será escasa. Con la nueva Canon está saliendo un reportaje muy chulo. Espero que una vez en España pueda compartirlas con vosotros.

Bueno gracias a todos por vuestro  interés. Gracias Víctor por todo tu apoyo imprescindible. Da gusto poder contar contigo amigo. A mi familia un fuerte abrazo y gracias por darme aliento todos los días. A cada paso a cada pedalada a cada decisión por tomar siento la presencia de mi madre y pienso que nada malo me va a pasar. 

Ibana aunque hablamos a diario y eres mas que nadie testigo de toda esta andadura, decirte desde aquí lo afortunado que me siento por compartir nuestros destinos. Un beso.

Hasta pronto a todos. Un saludo desde las montañas de Shangri la.