El 2013 pasó por mi vida como un devastador tornado,
dejándome exhausto, confuso, descolocado y con momentos de mucha tristeza. Ha sido un año
de cambios y nuevos caminos. Horizontes que voy tanteando allá donde habitan
los sueños y pasiones de uno.
Todo cambio, toda transformación, todo crecimiento, trae
incertidumbre, momentos de inseguridad, dudas y en ocasiones desaliento, pero
también trae esperanza, fuerzas renovadas, convicción, pasión y confianza en
uno mismo. Dicen que cuanto más grande es tu sueño, cuanto mayor es el cambio
que intentas experimentar en tu vida, mayores son los temores y las ganas de
volver a tu rincón de seguridad: el área de confort. Solo saliendo de ella,
solo dando un paso y otro más y otro, se logra crecer. Se avanza y se
construyen nuevos senderos, se abren otras puertas y así se alimenta el sueño.
Han pasado muchas cosas en el 2013 que han hecho
reestructurar mis cimientos y muchas de mis convicciones. Estoy en el camino,
lo sé, lo siento, ahora estoy comenzando a ver estelas en mi horizonte que me
apasionan y me hacen creer todavía más en mí y en mis posibilidades. Amo más a
la vida y a los míos. Los adoro. Cada instante, cada momento compartido, cada
caricia y cada beso. Tesoros que debemos apreciar como únicos e irrepetibles.
Nuestra madre se fue en Septiembre, y con ella se perdieron demasiadas
cosas, pero nos dejó tanto amor que, tras la rabia y la frustración por su
muerte, vamos viendo su legado en cada uno de nosotros. Siempre una sonrisa al
mundo, siempre una palabra de aliento, siempre un abrazo y una celebración
compartida.
La vida, a veces, es
demasiado cruel y no permite algo tan básico, algo tan digno como una simple
despedida. Un segundo y todo se va. Cada uno debe llevar su proceso y su
despedida particular. Ella, su recuerdo y su fuerza vital nos da energías para
seguir día a día.
También ha habido muchos momentos gratificantes para recordar a lo largo del año:
El viaje con Víctor, Iñaki y Beri por los pirineos con
nuestras Burras y las alforjas. Saliendo de Canfranc y llegando a Ejea tras
unas fantásticas jornadas bicicleteras, Poniéndonos al día de muchas
cosas y compartiendo esfuerzo, gastronomía, paisaje y pedales. Una experiencia
que une y que te carga las pilas.
Salida de Canfranc |
Llegada a Ejea |
Muchos kilómetros con los amigos del club de Ejea, otros en soledad por las tierras de las cinco villas, por Zaragoza, por el Cinca medio y por Valdelinares, Mosqueruela, Cantavieja, Júdar, Javalambre, una tierra dura y hermosa como pocas. Todo un placer haber pedaleado y entrenado durante unos meses por allí.
El 2014 se presenta con muchos caminos fascinantes por los que ya voy transitando. Nuevas energías y nuevas ilusiones; Charlas en los colegios, un libro acabado sobre mis viajes a Mongolia, Nepal y la India, la aventura que comienza en el mundo del coaching personal, los proyectos de Iniciativa Yurta que con Santiago y Bolor iremos llevando a cabo, algún viaje en la chistera y más cosas que me ilusionan de nuevo y me dan fuerzas para continuar en la brecha. Convicción y pasión. No hay más.
Con ellas todo está ganado.
¡Allá vamos!
"Nuevas energías y nuevas ilusiones".... así eres tú amigo, pura energía e ilusión que logras contagiar al que esté a tu lado... ¡¡¡¡a por el 2014!!!! ¡¡¡¡sin miedo y con ganas!!!!
ResponderEliminarBene.
Gracias amigo!! A ver si nos vemos pronto. Un fuerte abrazo!
EliminarGracias a ti por todo, ha sido un lujo conocerte y que compartieras tan buenos momentos. Cuando quieras repetimos una escapada con la burra, por lo menos habrá que hacer algo parecido a lo de Punta Acuta,eh!!!
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Andrés
a tope con el 2014!!!!
Un abrazo Andrés! Mucho ánimo para ti también en este 2014! A por todas!!
EliminarPara Marzo habrá que hacer alguna rutilla con la BTT y así conozco tu nueva adquisición de 29".
Cuídate máquina!!