Hoy atravesé el circulo polar Ártico. Para ello tuve que subir desde Mo i Rana unos 85 kms inmisericordes. 7 horas sin parar de subir, llegando a desesperarme por completo. Un auténtico calvario para las piernas y la moral, pero un regalo inmenso para los sentidos. El paisaje se muestra desolado, mas inhospito que en jornadas anteriores. Al subir en altitud, se presentan las nieves perpetuas enseguida. Carteles de renos, rampas inteminables y merenderos dispersos. Eso es cuanto me acompaña en el largo recorrido hasta el circulo polar. Una vez en él, me hacen la foto de rigor (una motera muy amable), me reconforto por el esfuerzo y por el tesón de este testarudo y me dispongo a bajar a toda velocidad rumbo a Fauske.
El talón izquierdo me preocupa, porque de unos dias a esta parte viene dandome muestras de lesión grave. Me cruje al pedalear y el dolor ya va siendo irresistible. Hoy el tiempo ha sido genial, sol y buena temperatura, aunque arriba, en el ciculo polar el frio era intenso.
Mañana tengo pensado ir rumbo a Narvik, una ciudad ya importante de la parte norte de Noruega. El cuerpo va muy tocado, por los cambios de temperatura, lluvia, esfuerzos continuos...y la cabeza va su ritmo. Pequeños bajones que desaparecen cuando miro a mi alrededor o alcanzo una de las metas que me había planteado para este viaje: Llegar al cículo polar Ártico con la burra. Uno de esos sueños que nunca crees que puedan ser realidad. Con la fatiga del momento, no pude apreciar con toda plenitud la emoción de atravesar el ciculo polar.
Canción del día: "Fuente Esperanza" de Héroes del Silencio.
"He llegado a llorar literalmente sobre la bicicleta: Lágrimas de sufrimiento y tambien de emoción".
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