10 días de soledad. Pedales, agua, puertos, verde, solitario, estepario, Jack London, sufridor, feliz. No hay tregua ni en la orografía, ni en el clima, ni en las emociones. Nunca vi unos paisajes tan espectaculares. Un valle da paso a otro y otro, sin descanso con multitud de matices y rincones de ensueño.
El paso de los días hace mella en mi cuerpo. La espalda, el talón izquierdo, las manos, las piernas, los roces...todo el cuerpo es un dolor.
Estoy a 750 kms de Nordkapp (Cabo Norte). Espero tener las fuerzas y el ánimo suficiente para alcanzar el "Fin del Mundo", un lugar emblemático en la bitácora de los viajeros por el mundo. Allí termina la carretera europea. Es un sitio visitado desde antaño. Siempre tuvo una connotación mágica. El sol de medianoche en verano y las auroras boreales del invierno. Lugar de referencia para todos mochileros y lobos de mar.
Una mezcla de sensaciones me invaden, por un lado hecho de menos a mi gente, a mi familia y a mis amigos, tesoros que valoras más cuando sales de tu extrarradio. Por otro lado, me acostumbro a esta vida y a estos lugares de paso. A no saber donde dormiré hoy o si lograré llegar hasta mi destino mañana. Es un contínuo reto. Con las horas vienen a mi cabeza multitud de recuerdos y sensaciones casi olvidadas. Es un viaje al interior, donde visitas habitaciones casi abandonadas por el inquilino, consumidor del modo de vida standard de los tiempos modernos. Vease: trabajo, atasco, casa, guitarra (si me deja), amigos, noches locas, chicas locas, musica enlatada, series de tv horribles, necesidades consumistas, internet, visa, poesia urbana, etc.
El hotel victoria de Narvik me acoje dignamente, calado, chamuscado y fatigado. Narvik es una ciudad interesante de la mitad norte de noruega. Ofrece una estación de ski y un telesférico impresionante, para contemplar todo el valle de Narvik. Presenta parques y estatuas de niños jugando, tambien de un macro bebe y una señora anciana esperando el bus. Es un sitio muy chulo, la verdad.
Canción del día: "¿qué te voy a decír?" de Fito & Fitipaldis
"No habrás vivido hasta que no hayas vivido una noche en el Hotel de los desamparados"- Frase de Bukowski.- recuerdo de mis noches en el Hostal Ávila y sus desamparados.
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